Fue en Cumberland(Inglaterra),donde se descubrió el grafito. Se comercializó primero en 1916 con Cumberland Pencil Company, le siguió en 1930 Lakeland e hijos y más tarde en 1938 por Derwent.

          El grafito que contiene este lápiz es de calidad y se desliza con suavidad. Estos son los que utilizo normalmente junto con los grafwood de Caran d´Ache y algunos duros de castell 9000.

          Los podemos adquirir en latas metálicas de 24 lápices, o bien en latas de 12 unidades (tres tipos de graduaciones: del 9B al H, del 6B al 4H y del B al 9H respectivamente). También lo encontraremos sueltos y a un buen precio (1,25 €)

           He de decir que el control de calidad ha mejorado sustancialmente con la nueva fórmula de estos lápices, porque compré un estuche de 12 de los más duros y cuatro de ellos no desprendían el grafito, tan solo rallaban el papel y era imposible dibujar con ellos (estos tenían el cuerpo del lápiz con barniz negro brillante y los de ahora el barniz negro es mate y estos últimos van de maravilla).

          Me gusta el diseño de este lápiz: tiene el cuerpo barnizado por entero de color negro mate, separada por una cinta roja del extremo que se barniza en negro brillante. Las inscripciones resaltan y son fáciles de leer porque son blancas (aparecen la procedencia, el nombre de la firma y la numeración gradual).

           La forma del lápiz es hexagonal, el tamaño del cuerpo es fino y pesa muy poco, por lo que son ideales para agarrar el lápiz con más seguridad y para detallar nuestros dibujos. La madera que tiene es de calidad y será más fácil sacarle punta. 

          He de decir que hice una serie de pruebas con varios lápices y cuando llegue al de Derwent, noté la diferencia en cuanto a la suavidad del trazo y al rápido desprendimiento del grafito; por lo que considero que es uno de los mejores lápices de grafito que nos ofrece el mercado actual (siempre y cuando compréis los barnizados en negro mate).